La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el secretario de Economía, detallaron este lunes los alcances de la nueva ley arancelaria que provocó un inesperado diferendo comercial con China.
"Estamos en pláticas con todos los países (...), no queremos enemistad con ningún país, sino sencillamente son decisiones que se toman en acuerdo con distintos sectores empresariales o industriales en nuestro país, desde pequeños hasta grandes, para fortalecer el empleo y el desarrollo de México. En todos los casos tenemos diálogo", afirmó la mandataria en una conferencia de prensa en la que explicó que gracias a las nuevas tasas México recaudará por lo menos 30.000 millones de dólares anuales.
También recordó que, desde su campaña, planteó la necesidad de que el país importara menos y exportara más productos y servicios con el fin de generar empleos y fortalecer la industria nacional.
🔴Ante los aranceles a productos asiáticos, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó que no quiere “enemistad con ningún país”.Argumentó que son decisiones que se toman en acuerdo con distintos sectores empresariales.🗞️Israel Aldave vía @Radio_Formulapic.twitter.com/a7z5594JWH
— Azucena Uresti (@azucenau) December 15, 2025
La semana pasada, el Congreso aprobó la Ley de los Impuestos Generales de Importación y Exportación que fue promovida por Sheinbaum y que establece nuevos aranceles a los países con los que México no tiene tratados de libre comercio.
China protestó de inmediato porque es el país más afectado, ya que los productos de este país representan el 20,8 % de las importaciones de México y a partir de ahora sus tasas arancelarias serán más elevadas. Un vocero recordó que China siempre se ha opuesto a los "aumentos unilaterales de aranceles" en todas sus formas, por lo que exhortó a México a actuar con prudencia y corregir "prácticas incorrectas" como el proteccionismo que impone barreras comerciales.
Sheinbaum se comprometió entonces a que daría mayores precisiones sobre los motivos de la ley junto con su secretario de Economía.
Impacto
Ebrard explicó que el propósito fundamental es cuidar 350.000 empleos que estaban en riesgo en México si el comercio bilateral con los países asiáticos se mantenía sin cambios.
Por ejemplo, recordó, de 2021 a 2024 se perdieron 250.000 empleos en la industria calzado y textil debido a que las importaciones de estos sectores aumentaron en más del 20 %, en tanto que las compras de acero subieron un 12,4 %.
Con respecto al estratégico mercado automotriz, explicó que México es el quinto país productor mundial de vehículos, pero entre 2023 y 2024 las importaciones de autos procedentes de los países de Asia con los que México no tiene tratado comercial aumentaron un 34 %, lo que representaba una tendencia preocupante.
En términos generales, agregó, México solo exporta productos por un valor de 22.760 millones de dólares a Singapur, Indonesia, Filipinas, India, Tailandia, Malasia, Vietnam, Corea del Sur y China, pero importa 10 veces más, un total de 227.801 millones de dólares. "No podemos permitir que esto siga creciendo porque es insostenible", dijo.
Al igual que Sheinbaum, Ebrard insistió en que las nuevas tarifas no se diseñaron para afectar a un país en particular. "No tenemos un diseño geopolítico, lo que hacemos es poner un arancel para proteger una industria en México no importa en qué país se produzca", añadió.


